El mundo será estético
de ímpetu virtual,
Eso es lo que soñamos todos los seres humanos,
simplemente por serlo
y por tener dedo pulgar oponible.
La manera en la que vivimos no se asemeja a nada más, o eso es lo que queremos:
discrepar, diferir, sobresalir.
Andá a saber qué sueñan los otros animales,
de seguro vivan más felices,
aunque no tengan el concepto agobiante de
felicidad.
Andá a saber qué hubiera pasado
si la historia evolutiva no fuese la que conocemos:
un tetrápodo sale del agua
hace trescientos sesenta y cinco millones de años,
trescientos sesenta y cinco, como los días que hay
solo en un año
y empieza la vida terrestre
(esa es la versión corta).
Si nada hubiera sido así,
hoy que está fresco
no podría estar tirada en esta cama
con esta manta tan pesada
que me hace sentir comprimida en un archivo,
encriptada dentro de mi habitación
que lamentablemente tiene puertas que se abren
y probablemente,
tampoco tendría frío con veintitrés grados
y no existirían ni los grados celsius, ni los farenheit
y mucho menos este texto.
Quejarse del antropocentrismo es inútil
ser humano lo conlleva.