Héroe sin capa: entrevista con Juan Carr

Por Agustina Botto y Maria Cabrera

En las películas, los superhéroes llegan volando ante cualquier pedido de auxilio. Juan Carr, sin efectos especiales ni capa, acude donde haya una emergencia o necesidad, con su superpoder que es generar una cadena solidaria, donde cada eslabón se una en pos de ayudar.

Al momento de hablar de él, lo primero que menciona es que tiene 58 años, es padre de cinco hijos y abuelo de dos nietas. Se presenta como voluntario de Red solidaria, a pesar de ser uno de sus fundadores, junto a su esposa y tres amigos. Él cree que la preocupación por la comunidad se debe a su educación, al pasaje por los scouts y a los sacerdotes pasionistas irlandeses.

Estudió veterinaria en la Universidad de Buenos Aires con el objetivo de producir alimentos y su gran obsesión es el hambre cero: así lo manifiesta en todas sus redes sociales. Se dedicó un tiempo a la docencia, estudió unos años ciencias políticas, y en la actualidad estudia chino, realiza un curso de enfermería para vacunar en la campaña de vacunación, trabaja dentro del directorio de Red/Acción y en su Escuela de Líderes.

-¿Qué reflexiones saca de la sociedad argentina en esta nueva realidad?

-Quiero compartir dos miradas: Primero, la actitud cívica de todos los argentinos es conmovedora, millones de personas reman esta situación. Segundo, desde que nací nunca había visto esto que pasa ahora, la solidaridad está en su punto máximo. Récord de donantes de sangre, récord de donantes de plasma, récord de gente que cocina para otros, viandas, ollas populares, jóvenes que colaboran con la gente mayor de los edificios o del barrio. Por supuesto que es un momento terrible, 31 mil ciudadanos fallecieron y más del 10% de las personas están sin trabajo. Pero también existe esta actitud ciudadana  de respeto a las distancias, a los barbijos e hicieron un esfuerzo, a pesar de tener diferencias ideológicas con el gobierno.

Juan Carr

-Con 33 años de edad, creaste Red Solidaria, ¿qué están haciendo en esta nueva realidad?

-Así es, en la Argentina, nosotros decidimos quedarnos todo el tiempo suficiente en casa para que no nos tengan que atender, que nadie de la Red Solidaria esté en la calle si en ese municipio no se permite. Estamos muy cerca de las personas que trabajan en las terapias intensivas. En este momento estamos ocupandonos del plasma y los dadores de sangre. Pero no soy inocente, nos preparamos para hacer una gran red en un país que va tener 20 millones de personas en situaciones de pobreza, con las que hay que inventar  encuentros, está costando mucho que la Argentina se encuentre. 

-Cuando dice generar a encuentros, ¿a qué se refiere?

-En la política hay dos o tres espacios de poder que respeto, que se tiran tiros todo el tiempo y es muy difícil así. Nosotros lo comparamos con una casa, estamos 20 personas dentro y hay 20 fuera que no la están pasando bien; mientras tanto, los que estamos adentro peleamos por cuestiones familiares en lugar de hacer algo por los que están afuera. Creemos que la red que viene será una gran red solidaria pública y privada para que la Argentina mejore la situación de aquellos que están en la pobreza. Eso requiere de un clima más sereno y cuesta conseguirlo, esta es mi inquietud en estos días.

-Pero, usted muchas veces dijo que sólo la política puede cambiar la realidad…

-Así es. Siempre banqué a la política, porque a veces la solidaridad se pone tan pura que es mentira. Hay un discurso solidario muy antipolítico que es peligroso. A veces nos dicen que somos apolíticos y no es así. Tenemos de todos los partidos y colores. Lo mismo con la religión. Nuestra riqueza en una red no es disolver esa identidad. La solidaridad en general tiene un discurso muy anti político en el mundo de algunas organizaciones. No es nuestro caso, la política ha sido buena con nosotros. Este año junto con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires logramos que prácticamente nadie muera de frío en el invierno. 

-Muchos medios consideran que hoy por hoy predomina el individualismo y que el contrato social está roto, ¿Usted lo ve así?

-Desde el 2001 para acá la comunidad Argentina mira más al otro. Antes fallecía un chico Quom desnutrido y no le importaba a nadie; se rebanaba un bosque y nadie decía nada; ahora a todos nos indigna. Nosotros estamos viendo crece una conciencia sobre el otro. Los contratos sociales se lesionan, pero la condición humana es una maravilla y necesita una relación con los otros, una búsqueda permanente del sentido comunitario. Te habla un idealista.

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