«No entramos por la puerta grande, y si lo hacemos es haciéndola poronga»

Por Luis Federico Macek

“Digo fuerte y clarito que no, yo no soy periodista”, escribe Victoria Stéfano en una de sus columnas de opinión publicadas en Periódicas, diario online santafesino. No tarda en agregar, apenas un centímetro más abajo, que es más que eso: “Soy el cupo trans de un medio feminista y autogestivo. Soy una trava de barrio, prostituida, militante, hambreada, trabajadora, a veces entrevistadora, a veces escritora, soy feminista popular y estudiante de Comunicación Social”. A sus 28, forma parte del magro 10 % de la población trans y travesti argentina que cuenta con un empleo formal. Hace poco más de un año que es redactora y es una de las pocas que se desenvuelve en el mundo de la comunicación de masas.

-Vos dijiste que escribir en un medio te da la oportunidad de legitimar tu discurso, de darle validez. ¿Cuál crees que es el objetivo final de esta búsqueda de visibilización del colectivo LGBTIQ+?

-Pensándolo en términos de lo que vino ocurriendo en este último tiempo, desde Diana Zurco para acá, pasando por Alejandra Malem en C5N, ahora con Valeria Licciardi que está en IP, el canal nuevo, creo que llegó el momento de que nuestra revolución sea mediatizada en términos de lo que significa la lucha por la identidad. Si vemos otras narrativas históricas: el reclamo por los nietos, nietas, hijos e hijas de desaparecidos o lo que tiene que ver con las luchas históricas del movimiento de mujeres,  todas llegaron a un momento en el cual esa lucha se visibilizó y se convirtió en algo masivo. La nuestra por fin llegó a ese marco mediático, estamos exponiendo una existencia subjetiva que escapa a todo lo que la sociedad nos asignó históricamente. No solamente pretendemos que nos normalicen, sino que queremos que reconviertan la forma en la cual nos han pensado y construido desde un punto de vista histórico

De izquierda a derecha: La Negra Albornoz y Victoria Stéfano. Foto: Titi Nicola

-Diana Zurco marcó un hito al llegar a ser conductora de un noticiero, entrevistó al presidente y le preguntó sobre los desalojos de travestis durante la cuarentena. ¿Se está planteando una agenda travesti en los medios?

-Sí, es un hecho que habla de que, por primera vez, confrontamos en  nuestros propios términos. Un doble laburo en el cual podemos aportar una visión particular de la política y las discusiones que se están dando en el momento, al mismo tiempo que llevamos un eje propio que tiene como objetivo nuestros reclamos históricos. También apunta a rebatir esa idea a la que nos han reducido siempre los discursos hegemónicos, que tiene que ver con la prostitución , la criminalidad. Un telo inmanente, pero al mismo tiempo oculto, de sucesos que te van a pasar si o si, si sos trava o trans. 

-Escribís para un diario, vas a tener una columna en una radio, sos una de las pioneras, en el país y en el mundo, del colectivo travesti-trans en los medios. ¿Qué importancia le das a ese papel que jugas en la historia?

-Un día estaba con tos y une amigue me dijo: “Che capaz que tenés Coronavirus, igual no te preocupes porque con lo que hiciste ya podés aparecer en Wikipedia”. Ahí puede dimensionar un poco y pensar: “Bueno, si cualquier cosa pasara ya hay un legado”. Creo que si algún sentido tiene la existencia, es poder contagiar a otros, a otras, a otres, con lo que crees que va a redundar en el mayor beneficio para el común de las personas. Hay todo un espacio por usurpar al que inevitablemente nosotras no entramos por la puerta grande, y si lo hacemos es haciéndola poronga. Por otro lado, me parece que hay un objetivo concreto y superior. Me gusta pensar que hay una huella, más allá de lo que pase de acá en adelante, que para mí siempre es crecimiento. Para nosotras hay una cuestión particular que tiene que ver con la finitud, con hacer absolutamente todo lo posible en el menor tiempo posible. Porque bueno, no podemos escapar al hecho de que sí, que nos morimos prematuramente, que nuestra expectativa de vida continúa sin superar los 40 años.

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