Entrevista con Hada Quelarre, fundadora de la editorial Ojo Negro.

hada quelarre recitando

“Si hubiera algo como lo que hago yo, habría publicado en esa editorial. Pero no la encontré”

Hada Quelarre

Hada Quelarre empezó la editorial Ojo Negro por mala praxis de un editor que no lograba lo que su libro de poesía necesitaba. “Cuando me senté a editar el libro, me empezaron a dar ganas de enrular versos. Y empecé a enrular uno, otro, otro verso, otro más”. Hada es su nombre artístico, así es conocida en el under poético, y ahora es su nombre de editora también. “Al principio me iba a autopublicar, después me dí cuenta de que empecé a generar una marca personal y que podía editar a otrxs autorxs”.

Como dice su pagina web: «Ojo Negro nació en pandemia, bajo el ala de una poeta performática y editora con ganas de interpretar en papel los firuletes de las voces poéticas. Luego se sumaron manos amigas: una historietista que dibujó el logo y las primeras ilustraciones, una madre que armó la web, les autores que confiaron sus obras en esta editorial, les lectores que financiaron las preventas, los espacios culturales que albergaron las primeras ferias y presentaciones».

Ojo Negro tiene como diferenciación el diseño del interior del libro, en el que se juega con los versos de la poesía, ¿En que consiste dicho diseño?

– Los versos no son lineales, con renglones rectos uno debajo del otro. Sino que se busca que en la hoja se reproduzca la interpretación que se encuentra en la poesía performática. El verso puede curvarse a la forma del caligrama, pero todo el poema no forma una sola ilustración, sino que cada verso va planteando su propio dibujo. Vas a encontrar algunos versos rectos y de repente uno plantea en las palabras que se desliza una gota que cae y el verso imita esa gota caer, y empieza a derretirse del renglón. 

No es solo el diseño que es la marca identitaria de la editorial, el juego visual es lo que la destaca. Siempre la intención es que el dibujo acompañe el discurso, no enrular todo porque sí. Desde ilustraciones, líneas que forman una ilustración y se meten o se unen con la tipografía. Por ejemplo, en Poesía Provisoria hay una parte que una tijera corta un hilo y ese hilo se transforma en una caja que se mete adentro de una tipografía.

Escribiste tu libro Casa para Tres antes de fundar Ojo Negro, y de hecho la editorial nace un poco para acunar ese título ¿Surge para llenar una necesidad?

Antes, Casa para Tres lo había publicado en otra editorial. Me vendieron que era con catálogo, lo cual significa que tu libro integra una colección que comparten todos los títulos entre sí algún criterio en común; y en realidad era una editorial de servicios editoriales, entonces yo tenía que hacerme cargo de la preventa, distribución, la venta final, etc. Fue básicamente un servicio editorial encubierto; porque incluso cuando me busqué en el registro ISBN no me encontré en el nombre de esa editorial, sino en el nombre de un editor particular. Encima me editaron muy mal, la experiencia íntegra fue terrible. Me quedé con muchas ganas, porque de repente no tenía más ejemplares y quería seguir moviendo los libros. No los encontraba en ningún lado. No estaba en la página web de la editorial. En el catálogo estaban solamente los títulos de autorxs más conocidxs, que habían tenido un trato muy distinto. 

No hay tantas editoriales que jueguen con lo textual, y a veces cuando se empiezan a meter con el diseño recurren mucho a la ilustración, al collage digital. La impronta de Ojo Negro no es simplemente la tipografía enrulada, es el libre uso del espacio, con el texto. Como ese juego yo siento que no había nada.  Si hubiera habido algo así, yo habría publicado en esa editorial. Pero no la encontré. Entonces quizás sí viene a llenar un vacío.

¿Cuál es el mayor desafío de tener una editorial independiente?

– El mayor desafío es tener ventas y poder tener más alcance. A la vez poder sustentarse económicamente. Hasta ahora lo único que estoy logrando es que se mantenga a sí misma; pero para mí está siendo un hobby caro. A lo sumo logro pagar la imprenta, la diseñadora, el ilustrador, las regalías de lxs autorxs.  Y reimprimo. Aunque, por tener la editorial, me escribieron varias personas pidiéndome que le enrule versos, pagando el servicio. Y eso sí, agarré un montón y edité ya tres o cuatro libros de enrular versos fuera de Ojo Negro. 

La mayoría de las ventas ocurren en eventos de poesía performática que tienen feria; y también en preventas de los libros que la invitan otrxs autorxs que se autopublican. 

Hada Quelarre firma sus correcciones independientes con su nombre real, Ana Solari, una chica de 25 años que estudia dos carreras, se mantiene con trabajos freelance y tiene una editorial independiente en la cual es fundadora,CEO, asistente, editora senior, junior, jefa y diseñadora de interiores. Pero, ¿Cómo encontras tiempo para hacer todo?

– Los tiempos de enrular los versos para otrxs son distintos a los tiempos de la editorial. A veces me pasa que con El día de tu cumpleaños no lloré, estuve meses haciendo los borradores. Como es sin fines de lucro lo hago en mi tiempo libre entre el laburo, el estudio y mi vida personal mientras que el servicio como editora lo tengo que priorizar porque tengo que comer y lo termino en una semana. Me pasa que de repente pongo en balance y el libro que a mí me interesa realmente editar lo termino pateando, postergando y los tiempos se estiran. Entonces no es fácil controlar todas las cosas que una tiene y quiere hacer.

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