Por Mendoza Covello
¿Por qué, si te despiertan bruscamente, sientes que te han robado una fortuna?
Jorge Luis Borges
La gran mente en una ocasión soñó un mundo. Un mundo distinto a cualquiera que una persona normal podría llegar a imaginarse. Un mundo donde lo imposible no existía, lo ordinario era extraño y lo surrealista era cotidiano.
Este mundo aún no tenía nombre, la gran mente disponía de un tiempo indefinido y decidió sabiamente dejar la tarea de nombrarlo para el final. Uno no puede nombrar a su obra sin antes haberla finalizado, antes tiene que considerar todos los aspectos a destacar y si se trata de un mundo estamos hablando de infinidad de posibilidades excepcionales.
En un principio la gran mente imaginó una figura, una figura abominable que paulatinamente se fue transformando en un ente armonioso. El paisaje en el que este ente se encontraba era uniforme y monocromo. Todo era negro, oscuro y aburrido. Sin embargo, la gran mente no veía un vacío, sino más bien un lugar que esperaba a ser relleno. Y así fue, relleno de color y esperanza. A medida que el ente avanzaba entre las tinieblas, luz brotaba a su paso. Luz multicolor que abarcaba progresivamente todos los rincones del mundo. Cuando menos lo esperaba, el vacío había pasado a ser un arcoíris infinito lleno de variaciones y bifurcaciones psicodélicas. Orgulloso, pero no satisfecho con su obra, la gran mente imaginó otra entidad. Esta, al igual que la anterior, poseía habilidades y cualidades místicas. A su paso por el colorido mundo se iba formando relieve. De esta manera, poco a poco fueron formándose cráteres y montañas.
Pasó exactamente un mes desde que la gran mente comenzó a soñar este mundo. Los entes comenzaron a aburrirse por lo que juntos crearon otro ente. ¿Cómo dos seres creados a través de un pensamiento son capaces de crear otro ser? Para ser honesto, no lo sé, y no veo problema en ello, ya que la gracia de este mundo se encuentra en lo inexplicable.
Este nuevo ente, a diferencia de los otros, tenía un don especial, era capaz de crear vida a partir de la nada. Y eso fue lo que hizo, comenzó a llenar el mundo de vegetación y criaturas. A continuación, una lista de los aportes más importantes realizados por esta omnipotente entidad:
- Lorsses: aves de color neón que producían música al volar, música que hacía bailar al resto de las especies.
- Treos: árboles no habituales capaces desprenderse de sus raíces para transportarse a otros lugares, colocar huevos para que nazcan nuevos treos y también hablar. De hecho, tenían su propio idioma: el raizol.
- Runelios: especie de rinoceronte con alas de dragón, patas de gato y cola de castor. Utilizados como transporte por otras criaturas.
- Orleacs: humanoides impolutos color obsidiana incapaces de socializar. Plonium: cristal color violeta generador de energía y magia.
- Raxaciricolitomio: flor que varía el color dependiendo el estado de ánimo de quien la vea.
- Arloses: peces de tierra con alas de paloma.
- Soroas: frutos comestibles de color zafiro con facultades similares a la manzana.
- Krakriconadies: cocodrilos con cabeza de zapato y cola de gato. El más preciado manjar de este mundo.
- Troscriwemideses: tortugas gigantes con patas de caballo, utilizadas para carreras y apuestas.
- Borlons: criaturas sumamente inteligentes, caracterizadas por su color rojo de piel, sus escamas, sus dientes grandes como sables y su enorme pasión por el ajedrez.
- Psoriks (la ‘p’ es muda como en la palabra psicología): plantas generadoras de luces y música, usadas para fiestas.
- Adsgfdhewrqs (impronunciable en cualquier lengua, no te preocupes): monos de chocolate con patas de caniche, extremadamente agresivos y peligrosos.
Estas criaturas y muchas más vivían en una armonía caótica y preciosa. Y así lo fue durante 2 años, en los cuales comenzaron a formarse comunidades y relaciones entre los habitantes de este mundo.
En este planeta había un gran río que atravesaba el globo entero dándole una vuelta completa en una delgada línea. Este afluente conectaba a todas las especies del mundo. A pesar de esto, al pasar 3 años el mundo se había vuelto convencional y aburrido. Lo mágico pierde la magia cuando se vuelve usual. Pero para que este único lugar no pierda su inmenso atractivo la gran mente decidió añadir una nueva especie que lo cambiará todo por siempre. No puedo decir con certeza que fue la mejor de las decisiones, pero aun así lo hizo, agregó un ser humano a este estrafalario mundo. Un humano común y corriente, aburrido y singular. Tal era el caso que se lo nombró “sujeto 1” y luego, consecuentemente, se agregó un “sujeto 2” y un “sujeto 3” y luego un “sujeto 4”. Así hasta que el planeta se pobló plenamente de humanos.
En un principio el ser humano estuvo a punto de arruinarlo todo. Era incapaz de adaptarse al psicodélico mundo. A pesar de ser seres creados por la gran mente y nunca haber vivido en la tierra el ser humano es así, nace con un pensamiento rutinario, lógico y soporífero.
Con el tiempo se fue acomodando, su cerebro se llenó de irracionalidad y creó nuevos objetos. Objetos que al ser creación de los humanos que fueron previamente creados a partir de un pensamiento, solo existían en su mente. Es decir que un ser humano podía crear una botella y llenarla de agua, pero en el momento en que dejaba de pensar en esa botella, la misma dejaría de existir. De esta manera su capacidad de creación se vio limitada y todo invento parecía ser efímero. Y así lo fue durante un año, hasta que descubrieron su poder al trabajar como sociedad y crearon el pensamiento colectivo que funcionaba excelentemente. La primera prueba fue a lo grande, el sujeto 14 imaginó un edificio gigante hecho de
chocolate y le pidió a el sujeto 26 que lo imagine junto con él para así cuando este lo dejase de imaginar otra mente lo estaría pensando por él y el edificio no desaparecería.
La gran mente observaba orgulloso su obra, el progreso era increíble e inexplicable. Lo que parecía ser un conjunto de piezas disfuncionales comenzaba a dar sus frutos. Se trataba literalmente de la creación de un mundo entero, con sus idiomas, sus especies, sus lugares turísticos, su sistema económico y todo eso en tan solo 5 años. Finalmente, la gran mente se dio cuenta que era tiempo de nombrar el mundo.
Desgraciadamente no pudo ser. De manera inesperada, el mundo se congeló y una gran luz blanca ofuscó a la gran mente que, sin quererlo, abrió los ojos causando la desaparición total de su mundo.
Ininteligiblemente se encontraba en una cama de una ordinaria habitación, de repente un hombre de bata blanca entra al lugar.
–No lo puedo creer. Esto es un milagro. Luego de 5 años en coma, despertó.
Así fue como nuestro gran soñador, nuestra gran mente, dejó de soñar. A todos les toca, en algún momento llega la hora de despertarse.
Luego de este suceso su vida siguió normalmente como todo humano ordinario, ya había olvidado todo aquel mundo que había creado estando en coma. Juan era un estudiante común y corriente de filosofía, que a su vez trabajaba como mozo en un restaurante de Palermo.
Un día de camino al trabajo, Juan notó que todo a su alrededor se había congelado, ya no podía moverse. En ese preciso instante todo le fue dilucidado, recordó su creación y se dio cuenta que el mundo en el que él vivía estaba siendo soñado por otra persona. Juan recibió su final con una sonrisa en la cara, porque entendió cuál era su propósito en esos previos segundos antes de convertirse en nada. Finalmente, la Tierra desapareció junto con Juan, ya que el individuo que los soñaba despertó.
Después de conocer esta historia verídica, mi pregunta más grande es: ¿Qué tan vanidoso hay que ser para soñar un planeta como la Tierra? Algún día será mi turno de despertar o de dejar de ser soñado y tal vez lo descubra. Mientras tanto esperaré como el que espera a ser fusilado contra un paredón recordando sus días de felicidad.
Este cuento quedó seleccionado en la Convocatoria Cuentos Cortos de Humanxs lanzada en julio del 2022. Lxs invitamos a estar atentxs a nuestras redes sociales así saben de la próxima.
