Por Belén Ruiz Diaz
El Observatorio de Violencias de Género “Ahora Que Si Nos Ven”, dió a conocer, el pasado 2 de noviembre, las nuevas cifras de femicidios: en lo que va del año se contabilizaron 225, de los cuales, 174 se produjeron durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio. “Nuestra base de datos son los medios de comunicación: hacemos un relevamiento de más de 120, tanto gráficos, como digitales, a lo largo y ancho de todo el país”, explicó Laura Rothberg, licenciada de Ciencias de la Comunicación de la UBA e integrante de dicho organismo.
El Observatorio, que nació luego de la primera marcha de “Ni Una Menos” en el año 2015, releva los datos mensuales de femicidios que, hasta ese entonces, no se realizaba. “El único observatorio existente era el de la Corte Suprema, pero sólo tomaba datos anuales, no mensuales”, detalló Rothberg. Desde AQSNV no sólo se realizan los informes, sino que también tienen la intención de generar campañas de concientización y capacitaciones sobre la violencia de género.
El informe detalla que, de las 225 víctimas, alrededor de 60 tenían una denuncia o medida judicial realizada con anterioridad, por lo que Laura destaca que es muy importante la implementación de la Ley Micaela, no sólo en los organismos de seguridad, sino también en el Poder Judicial. “Es fundamental que estén capacitados con perspectiva de género, porque es la única forma de que realmente puedan dimensionar la problemática”, detalló.
A su vez, consideró que es necesaria su implementación en los medios de comunicación, para que se deje de titular de manera errónea a la hora de informar un femicidio: “Si vemos un titular que dice “la mató por celos”, que era algo que en el 2015 aparecía todo el tiempo, hoy nos llama la atención y ponemos el foco, el enojo y el reproche, y vamos a ese medio y le pedimos que cambie ese titular”.
Con respecto a la pandemia, explicó que una de las cosas que se evidenció en este período, fue que «el hogar es el lugar más inseguro para las mujeres: más del 60% de los femicidios se cometen en las casas de las víctimas o de sus parejas”. También expuso la falta de refugios, algo que se había prometido en la gestión de gobierno anterior y no se realizó.
Rothberg explicó, además, que socialmente siempre se pensó que la calle era el lugar más inseguro para las mujeres y los datos demuestran lo contrario. Otro dato que se visibilizó fuertemente fue que, quienes dicen amar a sus parejas, son las que terminan matando a las mismas, ya que más del 60% de los femicidas son parejas o ex parejas de las víctimas.
Si bien Laura mencionó que desde el 2015 hasta el día de hoy ven un cambio social importante respecto a la violencia de género, todavía falta mucho, ya que “la mayoría de las mujeres no denuncian, no se animan ya que sienten que hay una justicia que no las va a escuchar, porque les dan vuelta la cara, les dicen que vaya y lo resuelva, lo toman como un problema privado o doméstico“. Por último, Rothberg exteriorizó un reclamo que se realiza constantemente: “Necesitamos que quienes diseñan las leyes, y quienes después las implementan y hacen cumplir, estén capacitados en perspectiva de género para que entiendan que la violencia de género es una problemática social, cultural y estructural, y que es necesario pensarla desde una manera integral para poder erradicarla”.
