C.C.C. Presenta: Vacío

Por: Beatriz Gaspar

El eco de su departamento es el sonido de la soledad. La muestra contundente de la ausencia de la mujer que amó. Que ama. 

Permanecen los espacios vacíos de las cosas que ella se llevó. Hoy su casa tiene un rostro nuevo conformado por algunos cuadros, ropa mezclada entre la limpia y la sucia, cosas del trabajo, botellas vacías. 

Un reacomodo del lugar físico, del emocional, de su vida y de su corazón. ¿Cómo se comienza de nuevo? ¿Terminar fue la mejor elección? 

Paz. Ha sentido paz y esa es la luz de su faro. Es una señal, al igual que el eco. 

No ha tenido la fuerza para quitar su foto del refrigerador. Sonrientes. Abrazados. Brindando. Así fueron. Así eran cuando no había guerra. ¿Qué sigue ahora? Mantener la paz. Comenzar de cero. 

Recorre la casa. Volvió a fumar, regresaron las compañías, unas buenas y otras no tanto. Algunos días se da cuenta que no escucha otra voz más que la suya y en su mente resuena la de ella. 

A veces canta y otras llora. Llora en la penumbra, en el insomnio, en la cocina, en la sala donde alguna vez bailaron, en la recámara donde muchas veces hicieron el amor y donde otras tantas gritaron hasta hacerse heridas. 

¿Ese era el camino? Aún no sabe la respuesta. La extraña y esa es su certeza. 

En el fondo desea recuperarla, desea verla feliz, desea que no vuelva. No hoy. No mañana. Dejará esa respuesta al destino. Su destino. 

Los días avanzan. Recoge las corcholatas de cervezas que bebe a diario y que lanza al bote de la basura, pero no entran, como una muestra de su fracaso. Las levanta como levanta las piezas de su corazón y de su vida intentando volver a ser él mismo. 

Planea futuros. Planea lugares. Planea como un ave que abre sus alas para viajar sin rumbo a un destino desconocido. Lo hace para trazar un camino, para dibujar una ruta lejos de ella. Los planes escritos en servilletas, en paredes, en hojas, en palabras al aire, en ideas con los cercanos, en sueños. 

Los planes son parches que contienen el dolor. La tristeza de los días. La traición de la memoria que a veces la trae de vuelta con más fuerza, más aguda, que retumba en las paredes y resuena en su corazón. 

De ella solo le queda silencio. El silencio de la soledad. De una vida que no imaginó sin ella. Su soledad después del amor.