«Get up! Stand Up!»: mucho más que un poderoso himno

Por Martín R. Castro Malgor

El 15 de octubre de 1988 fue un día histórico para la cultura y la democracia argentina. La gira Human Rights Now!, de Amnistía Internacional, concluía su recorrida por el país, con 75 mil boletos cortados. La última canción quedó marcada como un himno de los Derechos Humanos. Pero, ¿lo es realmente?

Un estribillo contundente: «Get up, stand up, stand up for your rights/Get up, stand up, don’t give up the fight» (En español: «Levántate, defiéndete, defiende tus derechos/ Levántate, defiéndete, no abandones la lucha»). Bob Marley y el resto de The Wailers la corearon en Burning, su disco de 1973. La histórica melodía titulada, justamente, Get up! Stand Up! no es, como se cree, un himno oficial de los Derechos Humanos ni de Amnistía Internacional.

Entrada del recital en Argentina de Human Rights Now!, realizado el 15 de octubre de 1988 en el Estadio de River Plate.

La equivocación se debe a que, en 1988, Amnistía Internacional organizó una gira musical, Human Rights Now!, para celebrar los 40 años de la Declaración Internacional de los Derechos Humanos y para concientizar sobre la problemática. Un tour por 20 países con artistas consagrados como Bruce Springsteen, Sting, Tracy Chapman, Peter Gabriel y el sudafricano Youssou N’Dour. Cada noche, colegas de cada sede abrían la velada. La frutilla del postre era esta pieza musical jamaiquina. Y Argentina fue la última parada.

Publicidad de 1988 de Amnistía Argentina protagonizada por León Gieco.

El 15 de octubre, en el Estadio de River Plate, los extranjeros compartieron escenario con Charly García y León Gieco y entonaron “Derechos humanos/ Derechos humanos ya/ Derechos humanos/ Para siempre ya”. Esta traducción se utilizó en lugar de la que se había propuesto: “Derechos humanos para siempre ahora”. Durante los ensayos, Charly García se quejó por la falta de métrica y fue secundado por Sting. Ambos artistas se trenzaron en una discusión con Bruce Springsteen. “Acá, The Boss soy yo”, le contestó el ex Sui Generis a Springsteen, apodado “El Jefe”.

El cierre del Human Rights Now era con una versión con una letra particular de Get up! Stand Up!, de The Wailers.

En su libro sobre García, el periodista Sergio Marchi describió a la participación de García en Human Rights Now! como “lo más olvidable de todo el festival”. Sin embargo, Martín Zariello reveló en su libro 1988: el fin de la ilusión, que el mismo descargo ya había sido llevado adelante por Manolo García, vocalista de la banda de rock española El último de la fila, en la parada de Human Rights Now! en Barcelona.

Paradójicamente, Springsteen, tras discutir con Charly, la «rompió» frente al público argentino. Esto fue pese a haber empezado con el potente Born in the USA (Nacido en Estados Unidos), que aún hoy muchos ignoran su calidad de rock de protesta y no patriótica. Las primeras notas de su ahora clásico estimularon a que la marea humana saltara, en un “pogo” inédito.

Sting, en castellano, presentó a Bruce Springsteen, quien, enseguida, demostrará su fuerza en el escenario con Born in the USA (Nacido en Estados Unidos)

El recital fue recordado como el mejor de su vida por muchos de los 75 mil presentes. La nueva democracia estaba por cumplir cinco años y esas reconvertidas estrofas de reggae, acompañadas por manos alzadas en movimiento, se convirtieron en reclamo y desahogo. En 1987, se habían aprobado las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. En Argentina se vivía un tiempo de fragilidad del sistema político y se respiraba temor por la posibilidad de una nueva dictadura.

Para Santiago Palazzo, conductor del programa de radio La de Dios, Get up! Stand Up!. es, de todas maneras, un himno de los derechos humanos. ¿Por qué? “Porque creó conciencia sobre el hecho de que la mayor parte del mundo está siendo oprimida por una pequeña minoría que tiene prácticamente todo”. Y, según su colega Mauricio Polchi, cronista de la AM 750 y C5N, el reggae “es mucho más que un ritmo. Incluye un estilo de vida, respeto por la naturaleza combinado con valores como el amor y el respeto hacia cualquier persona de cualquier raza o color”. Por caso, The Wailers se había inspirado en la pobreza que vieron en Haití para aquella composición de vigente mensaje.

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