Por Sebastián Manzoni
“La pandemia afecta mucho a la comunidad trans por la falta de estructura que tenemos. Una persona cisgénero que se queda sin trabajo o casa puede llegar a acudir al hogar de sus padres, nosotras estamos solas: la mayoría somos migrantes y no tenemos contacto con familiares. No tenemos una estructura previa o respaldo, no poseemos obra social o aval crediticio, ni siquiera para alquilar una vivienda”, manifestó Marlene Wayar, activista trans de 51 años, psicóloga social y directora de El Teje, primer periódico travesti de Latinoamérica.
Por su parte, Blas Radi, activista trans masculino, profesor de filosofía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y becario doctoral en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET), señaló que si ya de por sí las personas trans son marginadas del mercado en un contexto normal, entonces la situación actual no hace más que profundizarlo. “Hay muchas personas trans desempleadas y las medidas de aislamiento obligatorio les han generado un problema que ya era grave. En algunos casos se quedaron sin empleo, en otros no tenían trabajo y acceder a uno resulta muy difícil, tanto por las condiciones actuales como por cuestiones de discriminación”, expresó el activista.
Foto: Cristianos Gays
De esta forma, uno de los sectores más golpeados por el COVID-19 es el de la prostitución, donde ocho de cada diez mujeres trans se dedica o se dedicó al trabajo sexual. Las trabajadoras tienen miedo ya que están demasiado expuestas al contagio del virus, pero necesitan salir a hacerlo porque tienen que comer. Las que se animan a transitar por las zonas rojas denunciaron que en estos meses de aislamiento recibieron más maltrato y humillación por parte de la policía e incluso llegaron a ser multadas por estar realizando su trabajo, hecho que afecta gravemente a sus bolsillos y más en esta situación. “Es el universo más vulnerable porque se trata de un contacto directo con las personas que se da en el espacio público y, además, es un ingreso de plata que es por día. El contexto de cuarentena hace que ese dinero falte y encima no está llegando la ayuda que se planifica desde el Estado a todos los sectores”, declaró Wayar.
Asimismo, la activista trans Ángeles Zuñiga, quien vino de Perú escapando de su familia y ahora vive en La Pampa, donde estudia derecho y en su pasado ejerció la prostitución, señaló: “Este virus empeoró la situación sanitaria en la que nos encontramos porque se generan focos de contagio a los cuales se encuentran expuestas las compañeras”. Además, agregó que los clientes después van con su familia o al trabajo y se genera una cadena de exposición al virus.
Por otro lado, los desalojos también forman parte de la problemática situación que atraviesan las personas trans hoy en día. La cuarentena las dejó sin ahorros y con deudas impagables y, por esta razón, los dueños de las pensiones y hoteles familiares se quedan con sus muebles para saldar el déficit. Tal fue el caso de un hotel familiar ubicado en Once que, a principios del aislamiento obligatorio, desalojó a ocho mujeres trans y las dejó en la calle sin sus pertenencias. Silvana Chocobar, una mujer trans que vivía en el lugar, aseguró que le había dado su celular al dueño de la propiedad en forma de garantía de pago, pero que ni eso sirvió: “Nos pedía que le paguemos y nos dijo que vayamos a buscar clientes afuera. Estábamos en plena cuarentena, ¿cómo íbamos a poder buscarlos?”, cuestionó.
Debido a la situación de emergencia, el Gobierno nacional anunció un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que exige que el 1% de los cargos públicos sean ocupados por personas trans. Si bien la comunidad celebra el logro, muchos sostienen que el mismo no es suficiente. Radi reveló no entender por qué esta medida fue anunciada de esa manera: “No entiendo qué justifica el decreto que suspende un tratamiento democrático, parlamentario y participativo. Este DNU es muy acotado, el proyecto de la izquierda era más ambicioso”. Del mismo modo, Wayar tiene también una postura similar y sostuvo que, a diferencia de una ley salida del congreso que resultaría más difícil de derogar, a un Decreto de Necesidad y Urgencia la próxima gestión puede dejarlo sin efecto. “Como colectivo queremos que continúe el trabajo en el congreso para sacar la ley de inclusión del cupo laboral travesti y trans”, concluyó la activista.
A continuación, miembros de la comunidad LGBTIQ+ opinan sobre el Decreto de Necesidad de Urgencia por el Cupo Laboral Trans:
